viernes, 31 de enero de 2014

Bichos del campo I

 ¡Hola!

¿Han salido alguna vez al campo? Hace un tiempo yo lo hice, por este lugar que es conocido por las nieves y helados de ricos sabores al sur de Morelos. Pues bien, en mi visita al campo libre encontré muchos tipos de insectos y aves [que no identifiqué por la lejanía en la que se encontraban, muy singulares por cierto, no recuerdo a ver visto ninguna antes]. 

Las siguientes fotografías son de algunos insectos que hallé entre el pasto abundante y alto, hierbas y florecillas amarillas y blancas,  ramas secas donde duermen pequeños pájaros, dónde el cielo es despejado, se ven montañas a lo lejos y puedes disfrutar de mucho silencio y tranquilidad.

Si visitan un lugar así, tengan mucho cuidado con los mosquitos, las arañas [que están en todas partes], y el resto de insectos, tanto para que no sufras alguna picadura o mordedura y para que no seas tú el que las dañe.





Las langostas de las imágenes siguientes reciben el nombre de Dichopetala mexicana. En las primeras imágenes les presento a un macho.







En la imagen de abajo se encuentra una hembra, son muy parecidos en su color, pero si se fijan bien sabrán cuál es la característica que los define [no se los diré, sean observadores].



Su comportamiento me pareció tranquilo y curioso, buscaban agua.


Estos son algunos chapulines [científicamente nombrados acrídidos o acrididae]Si en algún momento desean hacer su propia búsqueda de estos ejemplares ya saben con que nombre iniciar. Yo no he logrado identificar la especie de cada uno, es muy complicado. Por eso, si alguien quiere obsequiarme la guía fotográfica "Chapulines, langostas, grillos y esperanzas de México", yo encantada de recibirlo.




Pequeños chapulines conocidos como ninfas, al ser adultas cambiarán casi en su totalidad.




 Son difíciles de fotografiar, saltan velozmente a penas con sentir tu presencia. Caminar entre el pasto es como ir activando, en cada paso, minúsculos proyectiles que se dirigen a todas partes.




Cámara indiscreta.


El campo

Nuestras casas fueron parte de ese campo hace mucho tiempo, tanto para casi olvidarlo. La construcción de viviendas, la población y los campos de cultivo están perjudicando a muchas especies del reino animal. Aunque la mayoría se reproducen como conejos, hay menos cada año, y, a la mayoría las consideramos una plaga. Como seres humanos deberíamos tener la clara conciencia de la necesidad entre las personas que viven en los campos y los que vivimos en las ciudades, nos necesitamos.



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